A 20 años del tractorazo en Misiones, piden un modelo productivo ambiental inclusivo

Movimientos agrarios, productores y ambientalistas hablaron sobre los derechos ganados y los debates que se deben encarar. Insisten en un nuevo modelo productivo.

Productores, movimientos agrarios, organizaciones sociales y ambientales se concentraron en la plaza 9 de Julio para conmemorar los 20 años del tractorazo de 2001 y 2002, cuando los yerbateros junto a otros sectores estuvieron frente a Casa de Gobierno exigiendo un precio justo para la hoja verde. Además, los referentes yerbateros y de las organizaciones remarcaron que se debe debatir y definir un nuevo modelo productivo para Misiones.

Fue por mi iniciativa que hicimos el tractorazo. El primero lo realizamos en Oberá y pensábamos que no íbamos a tener éxito, pero participaron 80 tractores”, contó a PRIMERA EDICIÓN Fernando Finke (80), quien se sigue dedicando a la actividad yerbatera en la zona centro.

Deslizó que “pedíamos un precio justo porque la yerba no valía nada, eran centavos lo que nos pagaban. Gracias al tractorazo se consiguió la ley yerbatera y el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La yerba es la producción madre de la provincia y nadie le daba importancia”.

También se refirió a la actualidad yerbatera, opinó que “siempre pedíamos que el kilo de la hoja verde cueste 50 centavo de dólar y hoy se está pagando, pero el problema es que el laudo de Nación no nos acompaña, es decir que cuando crezcan las plantaciones nuevas vamos a volver a la misma crisis. Es importante que el precio lo fije el INYM y no Nación sino siempre salimos perdiendo”.

Nelson Dalcolmo, director de la Producción del INYM, describió que “el tractorazo fue una bisagra en la historia. Cuando desapareció la Comisión Reguladora la hoja verde valía $0,25 y al año el precio cayó y el valor era de $0,05”. “Era quedarnos en la chacra a esperar o salir a la ruta a pelear por nuestro producto. Gracias a esto se dio origen a la creación del INYM”, detalló.

En tanto, Hugo Sand, de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), indicó que “aprendimos que tenemos que luchar y trabajar por nuestros derechos, y que nada se consigue de forma gratuita”. En este punto hizo una comparación entre la yerba y el té. “En el sector tealero no hemos tenido la misma fortaleza que tuvimos con el yerbatero porque hoy la yerba tiene un valor interesante, pero el té que se exporta en un 95% a valor dólar para el colono sólo se destina entre $2,50 o $3. Esto quiere decir que la política oficialista y de la oposición no han trabajado como deberían en el sector tealero”, remarcó.

Los referentes yerbateros y de los movimientos ambientalistas expusieron que se debe pensar en un nuevo modelo productivo para Misiones.

“Hay que darle valor a los árboles porque estamos extinguiendo nuestra selva para plantar pinos. Tenemos que cubrir a la provincia con árboles nativos, no con pinos ni con eucaliptos”, subrayó Hugo Sand.

Ejemplifico que “ahora buscan eliminar el glifosato, pero se va a prohibir eso y esa empresa nos va a dar otro veneno; por lo cual hay que eliminar todos los venenos y todos los agrotóxicos”. Agregó que “se debe enseñar al colono a hacer sus bioinsumos porque sino los estamos obligando a comprar otro producto”.

En tanto, Rulo Bregagnolo, referente de la Asociación Ambientalista Cuña Pirú y del Frente Ambientalista Kaapuera, comentó que “queremos otro modelo de provincia. Queremos una Misiones inclusiva, que respete al productor porque es quien pone alimento en la mesa”.

Apuntó que “lo primero que se debe decir es basta de tala porque Misiones no debe perder un metro cuadrado más de selva. Como segundo punto se debe poner un cupo a la expansión pinera porque no puede ser que el pino ocupe 440 mil hectáreas de la superficie misionera”.

En consecuencia, Diego Ciarmiello también de Kaapuera, expresó que “es importante que se defina qué provincia queremos”.

Mencionó que “donde antes había selva hoy hay pinos en manos de una sola empresa, pero allí podrían haber miles de familias agrarias produciendo alimentos sanos”. Apuntó que “en este escenario de crisis climática y de incendios no se puede seguir sosteniendo una ley de fomento a la actividad forestal y de monocultivo porque un pino es un fósforo”.

En tanto, Mabel Acosta, del Movimiento Agrario de Misiones (MAM), recalcó que “necesitamos un modelo más justo y solidario para la provincia.”.

Publicado en Primera Edición, 9 de julio de 2022, Misiones, Argentina.