Diego Ciarmiello y Rulo Bregagnolo, del Frente Ambiental Kaapuera, dieron a conocer imágenes satelitales de los años 2013, 2017 y 2022 que evidencian la situación del curso de agua, visiblemente dañado en su integridad (suelo, selva en galería y agua) tras ser extraído de sus márgenes miles de toneladas de arcilla para la industria del ladrillo y la cerámica.
Los documentos también revelan que a pesar de las denuncias públicas realizadas, en el área afectada no hay registro de trabajos de recuperación de la selva en galería.
“Hace más de un año y medio que denunciamos la destrucción del arroyo Garuhapé y en todo este tiempo el Gobierno provincial brilló por su ausencia en un tema crucial como lo es el cumplimiento de leyes ambientales y la conservación del agua”, enfatizó Ciarmiello. “Ahora tenemos la certeza que el ilícito comenzó en el 2013, o sea, durante casi 10 años algunos pocos destruyeron el monte y el agua de los misioneros con total impunidad”, agregó Bregagnolo.
Entre el año 2013 y 2022 “se eliminaron aproximadamente 24 hectáreas de monte y se extrajo suelo en las márgenes del arroyo Garuhapé, afectando el agua y el ambiente”, explicó Ciarmiello. Para conocer el impacto, estimó que “si en promedio sacaron 1 metro de profundidad de suelo en toda esa superficie, estamos hablando de 240 mil metros cúbicos o sea 10 mil cargas de camiones batea (con capacidad de 24-25 m3)”.
“Esta depredación se inició en el año 2013, tal como muestran las imágenes satelitales, y ello refleja la impunidad con la que se manejaron quienes se llevaron el suelo y la ausencia del Ministerio de Ecología en este tema”, agregó Ciarmiello, al tiempo que indicó que “claramente se puede ver que fueron avanzando aguas arriba en las márgenes del arroyo, y que únicamente se detuvieron luego de la denuncia que realizamos las organizaciones socio ambientales y gremiales”.
En octubre de 2020, las organizaciones Kaapuera, El Joven puede, XR, ATE y CTA, denunciaron públicamente y ante los Ministerios de Ecología e Industria de Misiones, que empresas extraen arcilla de las márgenes del arroyo Garuhapé, violando la normativa vigente sobre bosques protectores (Ley de Ordenamiento Territorial Provincial N°105 y la Ley Nacional de Bosques N 26.331). Entonces, luego de que el tema ocupara la agenda pública, en enero de 2021, los responsables de los organismos oficiales, Mario Vialey y Nicolás Trevisán, respectivamente, motorizaron reuniones, asumiendo el compromiso que les cabe y que abarca, entre otras cosas, la identificación de los responsables, la sanción por la irregularidad y la restauración del área. “Nada de eso ocurrió hasta la fecha”, enfatizó por su parte Rulo Bregagnolo, también de Kaapuera. “Tenemos las imágenes satelitales y estuvimos en el lugar hace pocos días. No se registra actividad de extracción de suelo, pero tampoco se evidencian trabajos de recuperación en las márgenes dañadas”, continuó.
El propio Vialey había anunciado que Ecología exigiría la restauración del lugar. “Somos conscientes de que hay un crecimiento industrial y gran demanda de la construcción y del ladrillo, por lo tanto se necesita esa materia prima. También les estamos pidiendo que hagan mitigación, es decir que si hubo un daño tienen que reconstruir o restaurar el lugar”, manifestó el ministro en enero de 2021.
Las normas que protegen el curso de agua y sus márgenes son la Ley 105 de ordenamiento Territorial, la Ley 53 de Bosques Protectores y Ley 35 de Impacto Ambiental.
“¿Cómo es posible que un Gobierno que gusta presentarse como el garante de la conservación de la mayor biodiversidad del país no se ocupe de un tema tan importante como el agua? El verano pasado vivimos momentos angustiantes por la crisis hídrica e incluso ahora, en invierno, en muchos lugares hay escases de agua, pero sin embargo, en Garuhapé, a la vista de todos, se destruyó parte de un arroyo y desde las autoridades de aplicación, que son los Ministerios de Ecología e Industria, no se hizo nada concreto, solo palabras”, analizó Bregagnolo.
El dirigente socio ambiental señaló que “los organismos provinciales deben investigar, identificar a quiénes depredaron el arroyo, el curso de agua que es de todos los misioneros, y exigir el resarcimiento; con tantas evidencias, a esta altura, lo depredadores ya deberían haber sido sancionados y miles de árboles nativos deberían haberse plantado en el lugar”.
La situación fue advertida a fines de 2020 ante la Dirección de Control de Bosques del Ministerio de Ecología de Misiones, y ante la Dirección General de Minas y Geología del Ministerio de Industria de Misiones, responsable del control de la explotación de suelo.
Julio 2022