“La respuesta a las catástrofes naturales se encuentra en la propia naturaleza”, aseguró Kongjian Yu, el arquitecto paisajista y profesor de la Universidad de Pekín que desarrolla ciudades esponja para mitigar los efectos del cambio climático, es decir las temperaturas elevadas y las repentinas y torrenciales lluvias que causan grandes inundaciones.


En la práctica, estas ciudades esponjan son grandes áreas verdes públicas capaces de retener y filtrar en el suelo la lluvia o el cauce de los ríos, reducir la temperatura ambiental, y controlar y desacelerar el curso natural del agua, incluso durante grandes inundaciones. Los expertos advierten que no constituyen una solución total, pero tienen un impacto significativo.
En otras palabras, en caso de lluvias, estos diseños urbanísticos proponen dar espacio para que el agua se extienda.
Yu, a través de su empresa de arquitectura del paisaje Turenscape, diseñó proyectos de iudades esponja en China, Tailandia, Estados Unidos, en lugares como Boston y Seattle, y en Europa, en París.
“Llevamos 200 años utilizando la infraestructura de drenaje convencional (usado tuberías de desagüe, muros de contención y canalizado los ríos entre diques de concreto) y no hemos resuelto el problema de las inundaciones”, dijo Yu en diálogo con The New York Times.
“El agua no es el enemigo”, señaló en otra nota con EFE. “No teníamos dinero para construir canalizaciones y usábamos la propia naturaleza. Pero si construyes muros, entonces el agua es una bestia. Se vuelve destructiva. Si creamos grandes infraestructuras de hormigón para contener el agua, volveremos a fracasar”, destacó.


En China, 16 ciudades esponja
Según explicó, el 65 por ciento de las zonas urbanas de China sufren algún grado de inundación cada año. El presidente Xi Jinping inauguró el programa de ciudades esponja en 2015, con proyectos piloto en 16 centros urbanos, y desde entonces se ha ampliado a más de 640 lugares en 250 municipios de todo el país.
“El concepto puede apreciarse en el parque Houtan, una franja verde de poco más de un kilómetro y medio de longitud junto al río Huangpu, en Shanghái, que Yu diseñó donde antes había un parque industrial. Las terrazas plantadas con bambú y plantas endémicas están divididas por pasarelas de madera que zigzaguean entre estanques y humedales artificiales. Los humedales filtran el agua, ralentizan el caudal del río y sirven de hábitat a aves acuáticas y peces que desovan”, se lee en The New York Times.
La meta es que para 2030 el 70 por ciento de la lluvia que cae en las ciudades esponja de China durante fenómenos meteorológicos extremos se absorba en el lugar en vez de acumularse en las calles.
Los proyectos de “civilización ecológica” combinan diseño con una propuesta sostenible. “Se necesita un modelo diferente, una mentalidad diferente, una filosofía diferente”, invitó Yu. “La arquitectura del paisaje es el arte de la supervivencia (…). Todas estas técnicas son simples, se aprenden de la agricultura, de mi propia experiencia como agricultor. Y estas técnicas funcionan con la naturaleza”, concluyó.
Fuentes: The New York Times (nota Una nueva estrategia contra las inundaciones: las ‘ciudades esponja’ de Richard Schiffman, 31 de marzo de 2024); EFE (nota Ciudades esponja, un modelo urbanístico para salvar el mundo de Javier Picazo Feliu, 27 octubre 2023),y www.sostenibilidad.com