El golpe cívico militar en el sector agrario de Misiones

¿Cuál era el contexto mundial, nacional y provincial en el momento que se produjo el golpe cívico militar el 24 de marzo de 1976 y de qué manera impactó en el sector agrario de Misiones? Ese fue, en líneas generales, el eje de la charla que brindaron ayer (26 de marzo de 2024), en la sede del Instituto Multiversidad Popular, en Posadas, el Dr. Javier Gortari y la Lic. Amelia Báez.

Tras repasar la edición de los tres tomos del libro “Misiones, Historia con Nombre Propios”, una obra testimonial de víctimas del terrorismo de Estado, recopilado por Báez, hubo un repaso por hechos anteriores al golpe del 76 que permiten comprender un poco más ese período.

En los años 60, a partir de la revolución cubana y movimientos que promovían la liberación en otros países en Latinoamérica, el Ejército Argentino empieza a preparar una posible represión a un supuesto ataque subversivo, y además hay que tener presente que luego del golpe al gobierno de Perón, cuyo plan quinquenal era progresista, se comenzó a evidenciar más la violencia política en el país”, recordó Gortari.

A nivel mundial, prosiguió, “Estados Unidos pierde la guerra de Vietnam, y eso lo hace volcarse a su territorio de hegemonía por excelencia que era América Latina: viene el golpe de estado en Chile, en Bolivia, Uruguay, Brasil y en Argentina, en momentos de deterioro importante del gobierno de Isabelita Perón”.

¿Qué pasaba en Misiones? “Los industriales y comercializadores pagan a los pequeños y medianos productores los precios que querían, cuando querían y en los plazos que querían, y el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) se había formado en 1971 para reclamar precio justo para el té fundamentalmente, pero también para la yerba y otros productos, el acceso a la educación y a la salud, a la jubilación, a la tierra, a servicios como la electricidad… “, expresó Gortari. Entonces, “la opción como un reclamo de justicia social y económica fue la organización en Ligas Agrarias en todo el nordeste argentino, y con la raíz organizativa del Movimiento Rural Cristiano y la claridad de no adherir a ningún partido político, se organizaron y empezaron a plantear los distintos temas, primero al gobierno de facto de Alejandro Lanusse y luego al de Perón”.

El accionar del MAM y las Ligas Agrarias, enfatizo Gortari, “adquiere mucha fuerza en los años 70, reuniendo a 25 / 30 mil productores en todo el NEA, y unos 5 mil acá en Misiones”, al tiempo que preguntó: “ ¿A quién molestaba que los productores, después de generaciones de estar en silencio, se organicen y movilicen? Lógicamente a los industriales y de algún modo fueron los que acompañaron el golpe”.

La dictadura “golpea a los que estaban más organizados”, y en Misiones, “el MAM había logrado buenos precios para el té, y la creación del IPIC, el Instituto Provincial para la Industrialización y Comercialización Agrícola, que era el objetivo mayor, que existiera un ente regulador, ya que con eso disputaban con los grandes comercializadores de yerba mate y de té”.

¿De qué forma se dio la represión? “El operativo militar fue con campamentos militares en el sector rural; se asentaban en una chacra, hacían una obra civil (un camino, por ejemplo) y reprimían a los vecinos para que delataran dónde estaban escondidos los perseguidos, que eran todos chacareros… Torturaban a los hombres, violaban a las mujeres…”, contestó Gortari.

Para comprender mejor, el catedrático hizo notar que en la década el 70 la población agraria era mayoritaria en Misiones, y por lo tanto cobraba relevancia el accionar del MAM y de las Ligas Agrarias. “En los 70 teníamos 400 mil habitantes, de los cuales el 60 por ciento vivía en las chacras… hoy hablamos de una población rural de 20 por ciento”, detalló.

Planteó que el objetivo del golpe cívico militar en este punto de la Argentina “fue desorganizar todo ese movimiento que había obtenido logros, cobrado fuerza y poder político y social; lo hicieron en Misiones, en Chaco, Corrientes y Formosa”.

En esa línea, el escritor reflexionó que no obstante la vigencia de la democracia y medidas que se han tomado para fortalecer al sector rural, “la concentración económica aumentó en el marco de un capitalismo siempre vigente”, y a modo de ejemplo, señaló que en la cadena yerbatera “tenemos en un extremo 30 mil pequeños y medianos productores y tareferos, y en el otro extremo 10 familias que son las industrias más poderosas”.

Alentador, ponderó la decisión del MAM de avanzar con productos agroecológicos y la venta directa de alimentos entre el productor y el consumidor.

Para cerrar, Gortari recordó que “la dictadura nos dejó, como caballos de troya, la deuda externa, la ocupación de Malvinas y la concentración económica en pocas manos”, y planteó la necesidad de un Estado presente capaz de lograr una mejor distribución de la riqueza en el marco de un sistema capitalista siempre vigente.