El interrogante lo plantea el dirigente socio ambiental Rulo Bregagnolo tras conocerse ayer, 2 de mayo de 2024, que la represa 14 de Julio, ubicada entre los municipios de Cotiporã y Bento Gonçalves, en Rio Grande do Sul, Brasil, no pudo soportar la acumulación de agua por las lluvias de los últimos cuatro días y terminó rompiéndose. Otras 4 represas están en observación por la misma razón. En total, 19 ciudades están en alerta de evacuación por inundaciones.
“Hay que preguntarse: si se rompe Itaipú, Yacyretá o la misma Urugua-í, ¿qué sucedería con quienes vivimos aguas abajo? ¿Estas y otras represas en la región son bombas de tiempo? “, planteó Bregagnolo, del grupo Cuña Pirú y del Frente Kaapuera. “Hay que preguntarse esto teniendo en cuenta que el calentamiento global muestra sus primeras consecuencias en el Cambio Climático, que ya es un hecho, con eventos extremos (ayer mismo hubo récord de lluvia en Posadas, Misiones), y además estas represas fueron construidas cuando la Mata Atlántica o Selva Paranaense se extendía en gran parte del territorio, y hoy ya no está, y al no estar, desapareció el efecto esponja y de retención de agua de lluvia que cumplen los bosques”, explicó.
De hecho, la transformación de ecosistemas sobrepasando límites establecidos mediante la deforestación, los monocultivos en la tierra con la inclusión de flora no autóctona como el pino elliottis, la soja, el maíz en inmensas superficies, son elementos que, según coinciden los especialistas, contribuyen a desastres como las inundaciones repentinas y la situación de la represa que colapsó. Esto se agrava con la falta de obras de infraestructura y las urbanizaciones no planificadas,
“El desmonte y la sojización de la otrora Mata Atlántica y la extrema explotación de los cursos de agua en nombre del mal entendido ‘progreso’ tienen un altísimo costo socioambiental, sumado a la irresponsabilidad política que toma decisiones desacertadas, generan estas consecuencias”, ratificó Bregagnolo.
Uno de los peores desastre ambientales ocurrió el 25 de enero de 2019, cuando una presa de la minera Vale se desplomó y el lodo sepultó todo a su paso a unos kilómetros de Brumadinho, en el estado de Minas Gerais, en el este de Brasil, dejando 272 muertos y una decena de desaparecidos.
“Aun así, con lo que ocurrió en Brumadinho hace 5 años, siguen los pregoneros de este ‘modelo de progreso’ promoviendo la construcción de hidroeléctricas. ¿Hasta cuándo?, cuántas muertes más?, ¿cuánta destrucción más? para demostrar que este modo de generación de energía está agotado y tiene consecuencias muy graves”, invitó a reflexionar Bregagnolo, al tiempo que invitó “a repensar el trato que se le está dando a los bienes naturales”, y a “reemplazar hidroeléctricas por la energía limpia, no contaminante ni destructiva”. De igual manera invita a repensar en las centrales térmicas y nucleares que “también son bombas de tiempo”, aseguró.
Advirtió que “este modo de vivir está agotado, es tiempo de poner límites en serio y en ves de tanta ‘inteligencia artificial’, comencemos a exigir a nuestros gobernantes inteligencia racional, la que decide y pone en práctica las soluciones reales, la que planta el Árbol y cuida la tierra, no la que nos dice ‘qué hacer’, ¡sino la que hace!”
Situación de emergencia
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, reiteró que el momento es dramático. Además de la rotura de la represa y el riesgo de que ocurra lo mismo con otras, hay al menos 29 muertos y 60 desaparecidos por temporal y las intensas lluvias.
Sobre la rotura en la represa 14 de Julio, el gobernador indicó: “Creemos que el efecto no será el de una inundación, sino que seguirá el curso libre del río hacia Santa Bárbara y Teresa. Intentamos hacer todo el trabajo posible para evitar la ruptura, pero ni siquiera pudimos acceder con helicópteros. El efecto será el aumento del río Taquari y de la cuenca Taquari Antas. Estamos trabajando para mitigar los efectos. Es una situación dramática en Rio Grande do Sul, absolutamente excepcional, peor de lo que podríamos haber previsto y todo el mundo necesita ponerse a salvo”.
El diario O Globo detalló que 13 represas están siendo monitoreadas en la zona de intensas lluvias, cuatro de ellas con riesgo de rotura.
Defensa Civil, por su parte, informó que se encuentra evacuando a la población que habita zonas aledañas a las represas de Santa Lucía, en Putinga; Sao Miguel do Buriti, en Bento Gonçalves; Belo Monte, en Eldorado do Sul; Dal Bó, en Caxias do Sul; y Nova de Espólio de Aldo Malta Dihl, en Glorinha.
Las autoridades pidieron evacuar a la población de los municípios de Santa Tereza, Muçum, Roca Sales, Arroio do Meio, Encantado, Colinas y Lajeado ante el aumento del caudal del río Taquari.