Alberto Roth

Fue uno de los primeros naturalistas que tuvo Misiones, y se destacó por impulsar la producción agroecológica y el manejo sostenible de la Selva Misionera.

Fue un adelantado en su tiempo: visibilizó la fragilidad del suelo cuando se queda sin cobertura y la amenaza que representa el monocultivo de exóticas (pino elliottis) al caracterizarla como “el desierto verde”; encabezó movimientos ecologistas que dieron origen a la creación de Parques provinciales y militó el amor por esta tierra a través de sus cartas tituladas “Misiones, hermosa”, difundidas a través de diario El Territorio.

Convencido de que “no existe mejor regulador del medio ambiente que los bosques naturales”, como decía en una de sus ponencias, ya en los años 1940 Roth instó incansablemente a los colonos de Misiones a preservar el monte y a plantar árboles nativos.

Roth fue el primero en producir materia y abono orgánicos, aplicando una tecnología sencilla pero eficaz y en aquellos tiempos aún desconocida en la Argentina: la lombricultura.

Además, desarrolló unos métodos muy propios de conservación de suelo, muy novedosos para la época por lo que fue laureado por el “padre de la conservación de suelo”, Dr. Hugh H. Bennett (USA), quien en el año 1957 le otorgó una medalla de oro y el título de “El mejor conservacionista al Sud del Río Grande”.

Pionero y visionario, anticipóo los desafíos ecológicos de nuestros tiempos. Describió sus hallazgos y los resultados de sus investigaciones en numerosos escritos que hasta la fecha siguen siendo acertados y válidos.

Su incansable labor fue reconocida por la Cámara de Diputados al establecer por ley en su honor el 8 de octubre de cada año como el “Día Provincial de la Conservación del Suelo Misionero”.

Historial

Alberto Roth nació en 1901 en la ciudad de Basilea (Suiza). Tenía 23 años cuando llegó al Puerto de Buenos Aires. Luego, en 1925 viajó junto a su familia a Misiones y se instalaron en Santo Pipó.

Se desempeñó como técnico y profesor agrícola-subtropical y desde allí defendía la fertilidad y conservación de suelos. Entre sus obras escritas se encuentran “Enseñanza Agrícola Subtropical para la Provincia de Misiones”, editado por el Instituto Agrotécnico de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional del Nordeste, y una serie de narraciones misioneras acerca del uso y las virtudes de la yerba mate.

En 1957 recibió el premio Hugh H. Bennet como “mejor conservador del suelo al sur del Río Grande”.

Roth fue impulsor de la Asociación Misioneros Ecologistas, creada en mayo de 1984 para generar conciencia sobre la situación de la selva.

Falleció el 8 de octubre de 1985 y su legado lo tomó la Fundación Alberto Roth, creada por familiares y amigos en 2005. El Parque Ecológico creado en su honor es una de las atracciones turísticas de Santo Pipó, y también fueron bautizados con su nombre el Jardín Botánico de Posadas y otros espacios naturales de la provincia.

Fragmento de una de las cartas de Alberto Roth, titulada “Querida Misiones, hermosa”, publicada en 1983.

“Bajo la bandera de reforestación se arrasaron miles y miles de hectáreas de las más hermosas selvas misioneras y se las implantaron con peligrosos monocultivos de coníferas exóticas que en sí encierran un gran peligro ambiental. En ellos no anidan la avifauna ni otros animales; en años de sequías se secan ojos de agua, vertientes, nacientes y hasta los arroyos.

Un nuevo ataque sufrió el bosque nativo de Misiones , al lanzarse el gobierno provincial a la colonización – Andresito y ahora al lado – Otras últimas reservas boscosas para la venta de los aventureros que sobre todo quieren explotar los gigantes existentes, palos rosas y los últimos timbóes, peteribíes y en donde aún hay, los últimos pinos-paraná.

A partir de enero de 1978 publico quincenalmente mis cartas misioneras, las cuales luego se recopilaron en dos libros; el Gobierno me apoya, me reconoce, pero al mismo tiempo permite y hasta promueve el sacrificio de las últimas áreas boscosas y los últimos ejemplares de especies arbóreas que corren el peligro de ser exterminados.

El sistema de “obraje”, que permite la explotación de árboles en terrenos arrendados, hace que desde lejos parezcan bosques , pero en realidad ya no lo son, porque carecen de los árboles.”

Extraída de Naturaleza y Hombre. (1987). Alberto Roth. Ediciones Montoya. / Los que se Van.