El Ministerio de Economía disolvió, por Decreto 888/2024, el Fondo Nacional de Emergencias, que tenía como objetivo financiar acciones de respuesta ante emergencias que afectaran al país, como las vinculadas al cambio climático, y el Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos (FOBOSQUE) establecido en 2018 por la Ley 27.431. También, el Fondo Fiduciario Progresar, creado en el ámbito del Ministerio de Educación para respaldar financieramente a estudiantes universitarios.
“Si bien el Decreto 888/2024 no elimina el Fondo Nacional de Enriquecimiento y Conservación de los Bosques Nativos hace que su administración sea muy difícil. Por otro lado, permitiría que unos 15.900 millones de pesos que hoy las provincias están en condiciones de recibir – como parte de los derechos establecidos por la Ley de Bosques -, vuelvan al Tesoro General del Estado y sea muy complejo asegurar la trazabilidad y transparencia en el uso de esos fondos a futuro”, señala la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA).
Un nuevo ataque a la conservación de bosques nativos |
“Los argumentos detallados en el Decreto 888/2024, resultan llamativos y hasta ofensivos sobre las jurisdicciones provinciales que han comprometido profesionalismo en la mejora continua en la implementación de esta Ley de importancia para todos los ciudadanos de Argentina. Los argumentos no cuestionan la validez del mecanismo fiduciario. Se centran en la forma de administrar los recursos, en las actuaciones de las provincias en el marco del cumplimiento de los Ordenamientos Territoriales de Bosques Nativos, y en lo que respecta a las capacidades institucionales de las provincias en informar y evidenciar el uso de los fondos. Estos problemas no corresponden al fondo fiduciario, y no se resuelven mediante su eliminación, sino mediante el total cumplimiento de la Ley de Bosques”. sostiene Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina. El Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos es una herramienta que crea la Ley de Bosques para planificar la protección y el uso sostenible de los bosques nativos en cada provincia según categorías de conservación rojo, amarillo y verde, que van de mayor a menor grado de protección. Por otro lado, los fondos del FNECBN deben ser destinados en un 70% a los titulares de tierras que protegen los bosques o hacen un uso sostenible de ellos, mientras que el restante 30% se otorga a las jurisdicciones a los fines de asignar esos fondos, otorgar permisos de desmonte y fiscalizar la deforestación ilegal, entre otras cuestiones. Por otro lado, es fundamental recordar que el FNECBN jamás obtuvo los fondos correspondientes, los cuales representan el 0,3% del presupuesto nacional. De hecho, en los últimos 10 años, el máximo otorgado fue del 10% de lo correspondiente. Incluso el actual presidente envió en el proyecto de ley de presupuesto a 2025 el fondo más bajo de la historia para el cumplimiento de esta ley, otorgando apenas el 2,5% de lo correspondiente. Esto implica contar con 170 pesos anuales por hectárea de bosque nativo. “Desde Vida Silvestre siempre apoyamos el cumplimiento de la Ley de Bosques y generamos información de calidad, llamando la atención sobre los problemas acerca de la correcta implementación de la misma a nivel nacional y provincial. La solución para dichas falencias, no es desarmar las estructuras vigentes, sino fortalecerlas. Es por ello que solicitamos al Congreso que, mediante la Comisión Bicameral correspondiente, se dé marcha atrás con el decreto 888/2024. Además, solicitamos que se otorguen los fondos totales para el cumplimiento de la Ley de Bosques. Está en las manos de los miembros de la Comisión Bicameral frenar este nuevo ataque a la conservación y uso sustentable de nuestros Bosques nativos”, finaliza Jaramillo. Este tipo de decisiones van a contramano de lo que sucede en el mundo y de los compromisos asumidos a nivel internacional sobre clima y biodiversidad. Los mercados de materias primas como soja y carne, producidas en gran parte en los bosques argentinos, están requiriendo que dichos productos sean libres de deforestación y conversión de ecosistemas. Desramar la Ley de Bosques es una muy mala señal para el mercado mundial. Además, en un contexto de cambio climático, de aumento de las temperaturas, de pérdida de biodiversidad a tasas alarmantes, de sequias e inundaciones cada vez más severas y frecuentes lo cual forman un combo letal para la propagación de incendios como los que vimos en las últimas semanas este tipo de decisiones atentan contra la vida humana en armonía con la naturaleza. |
En el escrito, FVSA recuerda la importancia de esta herramienta al señalar que “permite administrar todos los fondos de la Ley de Bosques Nativos, tanto los que se destinan a las autoridades locales de aplicación, como los que financian las compensaciones a las personas titulares de las tierras en cuya superficie se conservan bosques nativos (art. 35, Ley 26.331), y el Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos implementado por la autoridad nacional de aplicación”. En tal sentido, expresa, “no contamos con información acerca de las rendiciones realizadas por las provincias a la fecha, o a la fecha más actualizada posible”.
8 de octubre de 2024.