Hasta 1982, los Saltos del Guairá, sobre el río Paraná, en el límite entre Brasil y Paraguay, fueron las mayores cataratas del mundo por volumen de agua. Con 49 millones de litros por segundo, los 18 saltos que las formaban duplicaban el volumen de las Cataratas del Niágara y superaban en 12 veces el de las Cataratas Victoria. El 13 de octubre de ese año, el cierre de las compuertas de la represa Itaipú sepultó, en 14 días, uno de los espectáculos más bellos del planeta.