“Los únicos árboles que vuelan”

” Aún huelo a madera lastimada y a rancho de lámina podrida. Tengo algunas cicatrices por fuera y heridas por dentro que duelen mucho. Ocurre que maté demasiados árboles para vivir y casi me morí. Otros se llevaron las tablas y a mí me quedó solo el aserrín amargo … “

” El sapucai que surge de las gargantas cuando el árbol cae vencido, no es de victoria, sino del dolor del corazón del árbol cuyo último latido puede percibirse con claridad …”

“Las aracuarias, los únicos árboles que vuelan…

Homenaje a Thay Morgestern (12 de marzo de 1958 / Abril del 2003), autor de Rastro Colorado y otras extraordinarias obras literarias.