Posadas, 6 de febrero de 2025. Un estudio genético liderado por el Royal Botanic Garden Edinburgh y la Universidad de Exeter, del Reino Unido, evidenció que las especies arbóreas viajaron de manera constante entre la Amazonia y la Mata Atlántica o Selva Paranaense. Dicho de otro modo, quedó demostrado que los árboles migraron entre estos ecosistemas durante millones de años a través de corredores ribereños, de “autopistas naturales”.
De esta manera, queda atrás la idea que la dispersión de especies entre la Amazonia y la Mata Atlántica, separados por la zona seca del Cerrado y la Caatinga, ocurrió únicamente cuando las condiciones climáticas lo permitieron; se replantea lo conocido sobre biogeografía; se pone en valor la importancia de los bosques ribereños, que facilitaron esos movimientos a lo largo de la historia evolutiva de la región, y se enfatiza en la necesidad de afianzar la conservación de la naturaleza de manera integral en Latinoamérica.
El estudio
El estudio, publicado con fecha 22 de enero de 2025 en Proceedings of the Royal Society B (https://doi.org/10.1098/rspb.2024.1559), se centró en el análisis genético de árboles del género Inga, ampliamente distribuido en América Latina.
Mediante técnicas de secuenciación de ADN, los investigadores rastrearon los patrones de migración de estas especies y encontraron evidencia de al menos 16 a 20 eventos de dispersión desde la Amazonia hacia la Mata Atlántica. Curiosamente, en la dirección opuesta, solo se identificaron uno o dos casos”, se informa en la revista Muy Interesante.
La hipótesis aceptada sugería que la dispersión de especies entre la Amazonia y la Mata Atlántica ocurrió cuando las condiciones climáticas lo permitieron, durante períodos de clima húmedo. Ahora la evidencia genética demuestra que el intercambio fue un proceso constante y que los bosques ribereños sirvieron de puentes naturales.
Durante la investigación se reconstruyó el árbol genealógico de 164 especies de Inga, y se identificó el momento en que cada especie se separó de sus ancestros y colonizó nuevos territorios.
Y se concluyó que los hábitats húmedos y sombreados de los bosques ribereños permitieron que las semillas de especies amazónicas germinen y se propaguen hacia el la Mata Atlántica sin interrupciones drásticas.
Así, los investigadores rastrearon la historia evolutiva de Inga y confirmaron que la mayoría de los linajes actuales en la Mata Atlántica provienen de la Amazonia, o dicho de otro modos; la Amazonia funcionó históricamente como fuente de biodiversidad para la región atlántica.
Por demás interesante resulta la razón por la que eligieron estudiar el género Inga : “fue elegido como modelo de estudio porque sus especies se encuentran tanto en la Amazonia como en la Mata Atlántica. Son árboles característicos de los bosques húmedos y no pueden sobrevivir en ambientes secos, lo que hacía difícil explicar su presencia en ambas regiones sin una conexión intermedia”.
Fuente: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2024.1559 y Revista Muy Interesante
REFERENCIA de la investigación:
Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 292(20241559).
Nicholls, J. A., Ringelberg, J. J., Dexter, K. G., Loiseau, O., Stone, G. N., Coley, P. D., Hughes, C. E., Kursar, T. A., Koenen, E. J. M., Garcia, F., Lemes, M. R., Neves, D. R. M., Endara, M. J., de Lima, H. C., Kidner, C. A., & Pennington, R. T. (2025). Continuous colonization of the Atlantic coastal rain forests of South America from Amazônia.
El Real Jardín Botánico de Edimburgo, del Reino Unido, es una institución botánica científica de reconocimiento internacional.
La Universidad de Exeter es una universidad pública del Reino Unido. Está situada en la ciudad de Exeter, Devon, en el suroeste de Inglaterra, fundada en 1922.
FOTO: Ernesto Krauczuk (facebook).