La adhesión de la Argentina a la UPOV atenta contra la biodiversidad de Misiones

Paranaense (P). El Gobierno nacional impulsa la adhesión de la Argentina a la Convención Internacional sobre la Protección de Nuevas Variedades Vegetales (UPOV), ACTA 1991. ¿Qué implica o cuáles son los efectos / consecuencias de esa adhesión, en caso de concretarse, para los agricultores y pueblos originarios en Misiones?

Gerardo Segovia (G.S.).Para entender que es la UPOV y la adhesión del Gobierno Nacional al apenas asumir, y las implicancias para la agricultura campesina e indígena de Misiones y el país, es necesario hacer un poco de historia. Para ello será importante poner en el escenario por lo menos dos cuestiones.

La primera es que antes de ser convertidas en mercancías por este sistema capitalista hegemónico, las semillas nativas y criollas han sido el eje fundamental del sustento, la soberanía y la espiritualidad de los pueblos, constituían parte de la identidad de los pueblos del maíz de nuestro continente antes de la conquista y esa agri-cultura fue y es fruto del trabajo colectivo de los pueblos campesinos e indígenas que fue pasando de generación en generación en la utopía –de la semillas- de ser intercambiada libremente con otros agricultores para alimentar al mundo.

En segundo lugar, es que este sistema capitalista está basado en un sistema agroindustrial y específicamente en la alimentación de un sistema agroalimentario corporativo que son un conjunto articulado de corporaciones transnacionales que buscan controlar qué se cultiva y consume no solo en Argentina sino en el mundo.

Para ello basta ver que pocas empresas como Bayer- Monsanto- Syngenta, entre otros, controlan el mercado de la semillas y alimentos en el mundo. En este caso es importante reflexionar ¿qué semillas y que alimentos nos ofrecen estas corporaciones con la agricultura intensiva basada en monocultivos y su paquete de agrotóxicos, la ganadería industrial y la industria de comestibles ultra procesados.

Estos temas como la UPOV que son centrales para entender la geopolítica del control del mundo y que se deciden en esferas internacionales, con alianzas de los gobiernos y corporaciones, y que tienen alta incidencia en lo local, especialmente en la vulneración de los derechos de los campesinos.

Para mayor claridad citamos este texto: “El sistema UPOV, rompió con la forma como se había concebido en el mundo, la interacción de los pueblos con sus semillas y los derechos de los agricultores sobre las semillas, que había sido reconocido por la FAO en la declaración de los derechos del agricultor en la década del setenta” (Vélez 2014. pág 11).

Podemos afirmar entonces que el Convenio de la UPOV, al establecer estándares para la protección de los derechos de obtentores de variedades vegetales, es funcional a la privatización de las semillas en manos de las corporaciones. En este contexto, la adhesión del gobierno Nacional significará la privatización y apropiación de las semillas de los/as campesino/as y comunidades Indígenas. El convenio privatiza las semillas ya que propone un sistema de patentamiento, registro y control de las semillas. O sea: una persona o empresa puede patentar una semilla y luego reclamar si alguien la está usando y por ello cobrar un arancel.

En este sentido, desde nuestro movimiento afirmamos que las semillas son una obra colectiva de los pueblos y comunidades que durante siglos fueron cultivando, mejorando, conservando, e intercambiando comunitariamente, privatizar esta coevolución es negar el acceso al uso de semillas propias, que actualmente son la base de alimentación de miles de campesinos y comunidades originarias, poniendo en peligro y haciendo dependiente a los sistemas agroalimentarios locales y nacionales.

La amenaza para que Argentina adhiera este convenio de UPOV viene desde hace más de 20 años. En todos los gobiernos hubo presiones de las multinacionales semilleras para que se sume a la lista de países adherentes a la UPOV. Anteriormente el debate se realizaba en la legislatura y muchas organizaciones y movimientos relacionadas a la agricultura familiar  participamos realizando campañas de información y discutiendo sobre el rol que tienen semillas para los agricultores de base campesina. El agravante de este año es que se propuso un pequeño artículo dentro de un decreto de emergencia, y allí podemos ver y constatar el continuo lobby de las multinacionales en alianza con el gobierno para la privatización.

P. Hace algunos días se refirió al tema semillas nativas y criollas referenciándolas como “la identidad de Misiones”, y lo asoció con el hecho de que somos, desde el 2019, la Capital Nacional de la Biodiversidad. ¿Podría explayarse en esos conceptos?

GS. Como parte del Movimiento por las semillas campesinas de Misiones, que el año pasado cumplió 25 años de existencia, tenemos el privilegio de compartir el proceso del caminar de una de las experiencias pioneras en la historia de la Agroecología en el país, como sonde las ferias provinciales, zonales y locales de semillas nativas y criollas.

En este acontecimiento anual que ahora dan en el marco de la Semana Continental de las Semillas Nativas y Criollas, declaradas por el MAELA, del 26 al 01 de agosto, suceden tres acontecimientos que forman parte de la identidad misionera, aunque muchas veces no nos damos cuenta.

En este tiempo tres elementos esenciales para la vida deciden encontrarse en el espacio de lo público: la madre tierra, la semilla Avachi y las manos de las y los agricultores para recuperar las semillas perdidas para el libre intercambio gratuito de la mejor semilla traída, cosechada y guardada para luego multiplicar de la biodiversidad que recrean los agricultorxs en la tierra misionera, que desde el 2019 fue declarada como Capital Nacional de Biodiversidad.

Para una mayor visualización de lo que acontece en estos espacios de identidad y de soberanía, nos parece pertinente colocar los testimonios de los pueblos Mbya Guaraní y agricultores familiares de Misiones y la región:

Yo soy productor del maíz blanco, de los Mbya guaraní. Acá en Misiones, ¿quién va a saber más para cultivar ese maíz blanco, como Mbya guaraní? Soy ingeniero para eso, pero para plantar un mamón ya necesito del ingeniero de afuera. Del maíz blanco nosotros preparamos diez clases de comidas…y por eso estamos luchando. ¡Los otros dicen que el maíz no vale nada, pero para nosotros vale oro! “. Elvio. Tekoa Ka’aguy Porá- Andresito -Guardián de semillas Mbya guaraní (extraído del video del Movimiento por las Semillas Campesinas de Misiones).

En este testimonio vemos como para los pueblos que descienden de la cultura guaraní, el Avachi el Maíz, es un alimento mucho más valioso que la plata, es oro: su presencia es fundamental en la mesa de paraguayos/as, misioneros/as, correntinos/as y comunidades del sur de Brasil y Bolivia.

Para el pueblo Mbya Guaraní, la preservación y rescate de las semillas tienen una importancia no solo productiva, sino que es constitutiva de su identidad.

P. También dijo que Misiones es el último remanente donde están las semillas que están amenazadas de muerte… ¿Es así?

G.S. En este sentido es importante subrayar que en la provincia Misiones se encuentra el 52% de la biodiversidad del país y posee solamente el 1,5% de la superficie del territorio nacional. Dato contundente que nos interpela a un cambio profundo en nuestra forma de relacionarnos con los bienes naturales agua, tierra, monte y semillas porque de lo contrario será ‘solo de pintado’ (como se dice popularmente) nuestra declaración.

Otro dato importante a tener en cuenta es que el territorio de Misiones, donde viven los Mbya, coincide con el ambiente de Selva Paranaense o Mata Atlántica brasileña, una foresta subtropical húmeda que posee el mayor nivel de biodiversidad en el continente después del Amazonas, y que en el pasado cubría una enorme región de más de cien millones de hectáreas.

En la Actualidad según datos actualizados, solo queda el último remanente que llega al 7% del original y otra vez Misiones es la que posee mayor superficie de biodiversidad. Por ello, a los misioneros no nos queda otra opción que cuidar y proteger lo poco que queda del saqueo del modelo extractivista del agronegocio imperante que hoy aparece con toda impunidad… Pero, como expresa la canción, “hay grandes agujeros en la selva misionera” (León Gieco, canción De igual a igual).

Desde hace más 500 años las comunidades originarias no solo han estado perseguidas, sino también desalojadas de sus tierras, han deforestado su selva, negando y erosionando su teología de la naturaleza e imponiéndoles otra religión: muchas han perdido la biodiversidad de sus semillas nativas y con ellas parte de su identidad y espiritualidad.

En ese sentido son elocuentes los testimonios expresados por varios entrevistados, en ferias de semillas y visitas a las comunidades, de que “antes estábamos mejor… antes teníamos monte… antes teníamos semillas” dan cuenta de este sentimiento de pérdida dolorosa que orada la identidad Mbya.

P. Su mirada va más allá de lo concreto… nos habla de espiritualidad, de conexión – comunión entre, por ejemplo, los guaraníes y los agricultores con los ciclos agrícolas… ¿podría explayarse?

G. S. Cabe citar aquí las expresiones de karai Dalmacio Ramos, de la tekoha Ysyri, de Mado:

La semilla para la comunidad es sagrada, desde que se planta en la chacra es una celebración, es un manifestar las gracias, el aguyjevete, a la naturaleza. Por todo lo que ella brindara a esa semilla, la nutrición necesaria para su crecimiento y de la misma forma cuando se acerca la época de la cosecha. Es decir que ese sentimiento de gratitud acompaña todo el proceso de siembra, cuidado y recolección”.

En la relación naturaleza – sociedad y en especial en la agricultura, existen ciclos donde se dan encuentros muy significativos para la vida de los pueblos, que dan cuenta con la base ambiental y biológica que las sustenta. Un elemento constitutivo es la íntima relación que tienen las semillas nativas y criollas y sus cuidadores originarios, los guardianes y guardianas de los pueblos del Maíz.

Desde las cosmovisiones del pueblo Mbya Guaraní, ellos se consideran pertenecientes a la naturaleza y desde ese lugar estructuran y desarrollan su vida cotidiana en relación a todo lo creado. A lo largo de la historia de agricultura, ella fue protegida por las culturas ancestrales, quienes de generación en generación nos enseñaron a cuidarla y preservarla.

Para estos pueblos ancestrales, las semillas son mucho más que un recurso productivo: son Pueblos del Maíz. Conforman una unidad con su identidad, sus cuerpos y sus modos de vida. Las semillas son parte constitutiva del territorio y su cuidado es parte del Nañdereko, modo de Ser guaraní, y del Teko porã jaguata javy yvy marãe’ỹápy (Buen Vivir hacia la Tierra sin Males). Si se pierden las semillas, desaparecen la cultura y las comunidades y la razón de vivir la vida.

P. Cuando hablamos de semillas nativas y criollas, ¿de qué hablamos para quienes no están en contacto permanente con estos temas? Es decir: ¿cuáles son semillas nativas y cuáles son criollas?

G.S. Esta coevolución y revolución de la semilla en manos campesinas e indígenas tiene una historia de más de 10.000 años. Y parte de esa relación íntima y comunitaria entre agricultor/a y semillas se fue dando la cultura agraria de base campesina llamada agri-cultura.

Llamamos Semillas Nativas a las semillas que, por medio de los agricultores locales, han evolucionado y se han adaptado, a lo largo del tiempo, a las condiciones en una determinada región. Podemos decir que las semillas nativas son originarias de una región determinada, donde se han adaptado y evolucionado junto a los pueblos indígenas y campesinos. ejemplo es la papa andina.

En cambio, las Semilla Criollas son variedades de semilla que ha sido adaptada y seleccionada por agricultores locales a lo largo del tiempo, tanto a partir de variedades nativas como de variedades introducidas, para adaptarse a las condiciones específicas de una región e integradas al sistema alimentario. Un ejemplo es la cebolla y zanahoria que son de Asia y están adaptadas en América, África y Europa.

P. En esa línea, si bien todas las semillas son importantes, hay algunas especies que están como en “modo urgente” tanto por el retroceso de la Selva como por otras razones, entre ellas el avance de semillas transgénicas. En ese sentido: ¿Cuáles son las especies o plantas donde es preciso prestarle especial atención porque de lo contrario las podríamos perder para siempre, interrumpiéndose el suministro de alimentos o amenazando la biodiversidad, o simplemente deben resguardarse prioritariamente por su rol socio ambiental y económico, como, por ejemplo, la Ilex paraguariensis?

G.S. Ante un escenario nacional y mundial hegemonizado por un modelo extractivista, que destruye nuestros bienes comunes, que mercantiliza nuestras aguas, tierra, y montes, que se apropia de nuestras semillas nativas concentrando el mercado de semillas y alimentos, comprometiendo la alimentación y la fuente de subsistencia de comunidades rurales, entiendo que es urgente y necesario, seguir profundizando la conciencia de nuevas mentes que sigan defendiendo la soberanía, como lo hizo muchas veces el pueblo misionero, en triunfos históricos como el No a la Represa de Corpus, No al ecocidio de MAIZAR , No a Sygenta en la mesa de los misioneros .

Es necesario y urgente además poner la atención a la dimensión política donde la estrategia sea el fortalecimiento de una política pública municipal, provincial y nacional, clara, hacia el sector de la agricultura familiar con políticas integrales de los ministerios con enfoque en la Agroecología y con presupuesto para que sea la biodiversidad sostenible y se garantice la permanencia de los agricultores en las chacras y de las semillas nativas y criollas en los territorios de nuestra provincia, para siga siendo la Capital Nacional de la Biodiversidad.

En cuanto a semillas que se encuentran en peligro, hay muchas, especialmente distintas clases de maíz, arroz de secano, semillas de hortaliza propias y un capítulo especial son la pérdida de calidad genética de las semilla y las semillas nativas en las comunidades guaraníes que será para otra nota con sus protagonistas.

P. El Movimiento Semillero cumplió 25 años en Misiones, visibilizando formas altruistas, resumidas en palabras como “defensores territoriales”, “gestión comunitaria”, “bienes comunes” y “salud y alimentos para todos”. ¿Cuál es su evaluación de lo realizado y cómo cree que podría fortalecerse ese camino?

G.S. En estos tiempos difíciles para el planeta tierra y en especial para la amenazada humanidad, el camino recorrido por el Movimiento por las Semillas Campesinas de Misiones nos llena de orgullo porque es una de las experiencias más importantes en el país, no exenta de dificultades, pero que nos impulsa a seguir fortaleciendo el entramado provincial del Movimiento que demuestra que se puede construir una organización democrática, con distintas voces y en unidad en la diversidad, para seguir construyendo utopías en pos de defender la biodiversidad misionera.

También, continuar generando espacios permanentes de formación y capacitación en el tema de conservación de semillas, con énfasis en el mejoramiento participativo de semillas de calidad, y favoreciendo encuentros para incidir en políticas públicas para que se asignen presupuestos para que lass semillas sigan estando en manos de los y las agricultoras, y fortaleciendo la Red de Casas Comunitarias de Semillas en Misiones para que sea declarado de interés Municipal y Provincial y que sea parte de plan estratégico del Movimiento para el resguardo de la biodiversidad y un faro y un camino  donde dirigirse en la defensa de la soberanía alimentaria.

Finalmente, seguir recordando que estamos pisando la tierra guaraní y por eso no debemos de dejar de respetar la cosmovisión de los pueblos originarios y que su casa de semillas, que es el monte la selva misionera, sea protegida y cuidada.

*MAELA: Movimiento de Agricultura de Latinoamérica y el Caribe.

Redacción Paranaense, 16 de abril de 2024, Posadas, Misiones.

Foto principal: Fundación Rosa Luxemburgo.

Demás fotografías: Fundación Rosa Luxemburgo, Movimiento por las semillas Campesinas de Misiones, Red de Agricultura Orgánica de Misiones, Rulo Bregagnolo, Ernesto Krauczuk, Caro González (facebook de Claudio Salvador).