Cristian Cabrera, cacique de la comunidad Peruti, ubicada en El Alcázar, Misiones, e integrante del Movimiento Naciones y Pueblos Originarios en Lucha, detalló: de 138 comunidades existentes en la provincia, que reúnen unas 16 mil personas, solo 22 poseen título de propiedad, lo que refleja su condición de indefensión ante el avance del RIGI y la disminución de la Selva Paranaense.
“Del territorio sale la comida, el agua y la farmacia”, graficó hace poco, el 14 de septiembre, en el “Encuentro provincial contra el hambre, el ajuste y la crisis”, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones.
El 11 de septiembre, la Mesa Socioambiental Misionera, integrada por más de 40 organizaciones sociales, agrarias, indígenas y ambientales, advirtió que “el RIGI traerá pérdida de soberanía de los bienes naturales y alentará la profundización del modelo de saqueo extractivista de todas las formas de vida, agudizando graves problemas ya existentes como la fractura del Corredor Verde, nuestro garante para la generación de agua y biodiversidad; la pérdida de territorio para la familia agraria y los pueblos originarios en manos de corporaciones, con mayor concentración en la tenencia de la tierra por parte de unos pocos, con más latifundios; el avance del monocultivo de especies exóticas y el agotamiento del agua saludable, aumentando la pobreza, el riesgo de incendios y agravando el cambio climático”.
En ese mismo encuentro en la Facultad de Humanidades, los guaraníes presentes contaron que a la comunidad de Alecrín, ubicada en San Pedro, “hace poco le ofrecieron título de propiedad por 50 hectáreas cuando ellos son dueños de 3.000 hectáreas”.
De hecho, las comunidades guaraníes resisten de manera casi permanente el avance de personas físicas y empresas sobre sus tierras, y el desmonte. A modo de ejemplo, las comunidades Mbojakaty, Pindoty´I, Tape Pora y Mbokayaity, de San Ignacio, se encuentran movilizadas. A fines de agosto pasado, los caciques Bernardino Villalba, Ismael Bertolino Ortega, Ricardo Martínez y Rosalino Ramos se acercaron al Palacio de Justicia de Misiones, para conocer el estado en el que se encuentra una demanda presentada por titularización de sus territorios oportunamente relevados por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
A esa situación debe agregarse, explicó el líder indígena, la inminente necesidad de prorrogar la Ley 26.160 que declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan, y la decisión del Gobierno de la Nación de eliminar el Registro Nacional de Comunidades Indígenas.
Emergencia institucional
Sobre este último tema, cabe recordar que el 1 de octubre se conoció la Resolución 53/2024 del gobierno de Javier Milei que dispone “abrogar la Resolución Nº 4811/96 de la ex – Secretaría de Desarrollo Social de la Presidencia de la Nación, de la cual dependía, por entonces, el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RE.NA.C.I.)“. El artículo 2 establece la “suspensión de todas las solicitudes en trámite de inscripción de las comunidades indígenas que se encuentran actualmente en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RE.NA.C.I.), sin perjuicio de la validez de los actos cumplidos o que se cumplan”. El artículo 3 deja a criterio de las provincias la continuidad o no del Registro, al invitar “a todas las Provincias de la República Argentina y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la celebración de acuerdos en orden a homogeneizar criterios para la inscripción, la adecuación y transferencias de las personerías jurídicas de las comunidades indígenas oportunamente registradas en jurisdicción nacional y/o provincial“.
En respuesta, el 4 de octubre se conoció un comunicado a través del cual los pueblos y naciones indígenas preexistentes declararon la emergencia institucional y territorial en Argentina.
“Frente a la reciente Resolución del INAI que deroga el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RENACI) en un claro atropello a nuestros legítimos derechos constitucionales y convencionales. Tomando una decisión de enorme trascendencia para los Pueblos Indígenas, sin dar cumplimiento al Derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada y poniendo en situación de riesgo y vulnerabilidad a las comunidades indígenas de toda Argentina”, dice el comunicado.
“Por ello, los Pueblos y Naciones Indígenas preexistentes nos aunamos y denunciamos el accionar del Poder Ejecutivo Nacional al disponer una medida inconstitucional e inconsulta, sin reconocernos como sujetos políticos y jurídicos con voz y participación”, continúa, al tiempo que cierran el escrito señalando que “aunque nos nieguen, ¡seguimos existiendo y resistiendo por nuestra autodeterminación con más fuerza que nunca!”.
En la misma línea, el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) emitió un comunicado donde expresa que “la suspensión de los trámites de inscripción y el traslado de las competencias hacia las provincias sin una adecuada consulta previa, libre e informada, conforme lo establecen el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, vulnera gravemente el derecho a la autonomía y a la autodeterminación de los Pueblos Indígenas”.
El Registro Nacional de Comunidades Indígenas fue creado durante la década del 90 en cumplimiento de la Ley 23.302, sancionada en 1985, que declaraba de “interés nacional la atención y apoyo a los aborígenes y a las comunidades indígenas existentes en el país, y su defensa y desarrollo para su plena participación en el proceso socioeconómico y cultural de la Nación”.
Por si faltaba algo, el Gobierno recuerda la fecha 12 de octubre como el Día de la Raza. Publicó en sus redes un video alusivo a la llegada de Cristóbal Colón a América, de la que se cumplen 532 años. “Hoy, 12 de octubre, celebramos el Día de la Raza en conmemoración de la llegada de Cristóbal Colón a América, un hito que marcó el inicio de la civilización en el continente americano”, dice el texto que invita a reivindicar el período de explotación y colonización del continente americano, donde la identidad originaria fue despreciada y prohibida.
Fotografía: Facebook de Aty Ñeychyrõ.